Patricia Cifuentes Soprano

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LAKMÉ EN VERSIÓN ESTELAR.

LAKMÉ, ESTUPENDA VERSIÓN ESTELAR.

Al presenciar, ahora la versión Estelar de la ópera Lakmé de Léo Delibes, se nos produjeron las mismas impresiones, que tuvimos en el estreno, sobre su puesta en escena, por lo excesivamente plano de la escenografía, vestuario e iluminación, asimismo, en la règie (dirección de escena) también debida a Jean-Louis Pichon, observamos los mismos reparos, que convierten la actuación en algo bastante extático, y con muchos estereotipos.

Inicio de la ópera, Lakmé al fondo y Nilakantha el padre (Ricardo Seguel) en primer plano. foto Patricio Melo

Por ello lo más relevante, era apreciar el desempeño del segundo elenco, compuesto casi en su totalidad por cantantes nacionales, pues solo el rol de Gérald, fue cantando por el tenor francés Christophe Berry.

Por ello nos agrada constatar, que esta participación de los cantantes chilenos en Lakmé, es demostrativa el alto nivel y madurez que estos han alcanzado.

Lakmé (Patricia Cifuentes) la gran triunfadora de esta puesta en escena. foto Patricio Melo

Lakmé (Patricia Cifuentes) la gran triunfadora de esta puesta en escena. foto Patricio Melo

Ya planteamos en el comentario anterior, que esta ópera se representa poco, en razón de las descomunales dificultades, que ofrece la música de Delibes a la soprano protagonista, por ello, la expectación era aún mayor, por la gran performance de Julia Novikova, en la versión internacional.

Entonces la pregunta que muchos nos hicimos, antes de la presentación fue, ¿cuál será el desempeño de Patricia Cifuentes, estupenda soprano de resonantes éxitos en otras producciones, considerando ahora la envergadura del desafío?

Lakmé (Patricia Cifuentes) y Gérald (Christophe Berry) foto Patricio Melo

Lakmé (Patricia Cifuentes) y Gérald (Christophe Berry) foto Patricio Melo

La respuesta la dio, desde su primera entrada en la primera escena, cuando con su reconocida bella voz, total seguridad y gran musicalidad, se adueñó del escenario, porque además, posee gran talento como actriz.

Su dúo de las Flores, fue exquisito, pero aún restaba la temible aria de las Campanas, con su enorme serie de coloraturas, y juegos dinámicos, fragmento de gran extensión, que debe repetir en gran medida, un poco más adelante, por razones del argumento.

Lakmé (Patricia Cifuentes) en el aria de la campanas. foto Patricio Melo

Lakmé (Patricia Cifuentes) en el aria de la campanas. foto Patricio Melo

Patricia Cifuentes, triunfó ampliamente, provocando el más justo asombro de los presentes, que llenaban el teatro, por su estupendo manejo de la amplia tesitura, sus musicales fraseos, y el enfoque de los forte y los pianissimo, haciendo creer, que esta aria la había cantado innumerables veces; y como además es naturalmente una buena actriz, supera los ripios de la règie.

La enorme ovación que recibió al final de la función, confirmaron a cabalidad, el notable triunfo obtenido por Patricia Cifuentes en su rol de Lakmé.

Gérald (Christophe Berry) reconociendo su amor por Lakmé. foto Patricio Melo

Gérald (Christophe Berry) reconociendo su amor por Lakmé. foto Patricio Melo

El tenor Christophe Berry, asumió como su enamorado Gérald, él posee una voz muy apropiada para el rol, sin dificultad para los agudos, además tiene una hermosa línea de canto, y aunque su voz no es poderosa, la suple con musicalidad; la única dificultad que observamos, se refiere a la actuación que es un tanto rígida y poco expresiva, aunque es justo reconocer, que en el acto final, se superó ampliamente.

 

Mallika (Gloria Rojas) foto Patricio MeloMallika (Gloria Rojas) foto Patricio Melo

No recordamos haber escuchado antes a Gloria Rojas, la mezzosoprano del coro, que asumió como Mallika; ella sorprendió por su gran musicalidad, y una hermosa y cálida voz, logrando afiatarse totalmente con la soprano, por ello el dúo de las Flores fue un logro total, debiendo además señalarse su desempeño en el escenario, de gran naturalidad.

Templo de Dourga, la única escena en colo diferente. foto Patricio Melo

Templo de Dourga, la única escena en color diferente. foto Patricio Melo

Otro de los grandes triunfadores fue Ricardo Seguel, que cantó como Nilakantha, haciéndolo con su sólida y hermosa voz, y como es habitual en él, con gran prestancia escénica, logrando transmitir toda la desesperación e ira, al saber que un extranjero había violado con su presencia el templo sagrado, manteniéndose en su labor de sacerdote, a pesar de los sentimientos que le provoca el dolor de su hija.

Nilakantha (Ricardo Seguel) foto Patricio Melo

Nilakantha (Ricardo Seguel) foto Patricio Melo

Solo discreto en esta oportunidad, fue Ramiro Maturana, quien cantó como Fréderic, claro está que, su rol no permite mayor lucimiento, y la dirección de escena, no perfiló bien su personaje.

Hadji el criado, fue cantado por Nicolás Fontecilla, en una presentación discreta, en otras oportunidades, ha logrado destacarse mejor.

Los ingleses, Gérald (Christophe Berry) Ellen, Rose y la Señora Bentson (Carla Vilches, Sonia Vásquez y Lina Escobedo). foto Patricio Melo

Los ingleses, Gérald (Christophe Berry) Ellen, Rose y la Señora Bentson (Carla Vilches, Sonia Vásquez y Lina Escobedo). foto Patricio Melo

Ellen, Rose y la señora Bentson, fueron cantados con solvencia, y en el mismo estereotipo de actuación para los ingleses, por Carla Vilches, Sonia Vásquez y Lina Escobedo.

Hadji (Nicolás Fontecilla) y Lakmé (Patricia Cifuentes) foto. Patricio Melo

Hadji (Nicolás Fontecilla) y Lakmé (Patricia Cifuentes) foto. Patricio Melo

El comentario sobre el Coro, lo hicimos para la versión Internacional.

La Orquesta Filarmónica de Santiago, fue dirigida en esta oportunidad, por José Luis Domínguez, de quien y a favor diremos, que no se observaron golpes en los forte, como asimismo, fueron pocos los momentos con desajustes.

El comienzo de la ópera, fue muy prometedor, por la necesaria tensión musical que logró imponer, no obstante a medida del desarrollo, esta casi desapareció, tornándose en extremo lánguida, haciendo decaer en gran medida el interés, de gran parte de los presentes, a ello se suma que los dos primeros actos, fueron unidos, con casi cerca de dos horas, y considerando la puesta escena muy plana y estática; por ello consideramos que su aporte en esta parte no fue significativo; afortunadamente en el acto final, su actitud cambió, logrando inyectarle, tensión e interés, consiguiendo un emocionante final.

Dúo de las flores, uno de los grandes momentos de la ópera; Mallika (Gloria Rojas) y Lakmé (Patricia Cifuentes) foto. Patricio Melo

Dúo de las flores, uno de los grandes momentos de la ópera; Mallika (Gloria Rojas) y Lakmé (Patricia Cifuentes) foto. Patricio Melo

Una función, que habla muy bien del nivel de desarrollo alcanzado por los cantantes chilenos, que demostraron una vez más, que están muy bien preparados para asumir grandes responsabilidades.

Gilberto Ponce. (CCA)

Link: http://www.visionescriticas.cl/?p=6042